El autor sitúa la acción en Turingia,
en el siglo XIII
Acto II: Sala en el castillo de Wartburg, donde tendrá lugar el certamen de canto.
Elisabeth saluda al recinto donde tantas veces los Minnesinger (caballeros cantores) compitieron con sus canciones y su poesía. Una nueva competencia está por comenzar y la Elisabeth se muestra exultante: sabe que su caballero Tannhäuser será parte del torneo.
Acto III: El valle de Hörselberge, cerca del Wartburg.
El Minnesänger Wolfram von Eschenbach, que ama a Elisabeth en silencio, observa cómo ésta le reza a la virgen. Ella sufre por Tannhäuser, que tras el certamen peregrinó a Roma para obtener el perdón del papa por su exaltación del amor carnal. Llega un grupo de peregrinos pero no ve a su amado entre ellos. Se resigna a morir y eleva una plegaria a la virgen. Comienza a caer la noche y cuando Elisabeth se marcha, Wolfram toma su arpa y canta una canción al lucero vespertino para que la acompañe en su ascenso al cielo..
Der Ring des Nibelungen
El autor sitúa la acción en los tiempos míticos de la civilización germana.
(El orden de la siguiente síntesis no responde al establecido para el concierto, sino al planteado por el autor en el desarrollo de la obra.).
Die Walküre
Acto III: En lo alto de una montaña
Brünnhilde, la valquiria, ha desobedecido a su padre el dios Wotan: en el combate favoreció a Siegmund en lugar de Hunding, cuya mujer, Sieglinde, le fue arrebatada por aquel (en realidad Siegmund y Sieglinde son hermanos gemelos e hijos de Wotan). Favorecer a Siegmund también habría sido la voluntad del dios, pero presionado por su esposa Fricka y forzado por sus propios pactos, debe castigar a la valquiria rebelde. La despoja de sus poderes divinos, la adormece con un beso en la frente, la deposita sobre una roca e invoca a Loge, que traza a su alrededor un círculo de fuego. Brünnhilde dormirá si es necesario hasta el fin de los tiempos, a menos que la despierte un héroe que desconozca el miedo. Por último el dios sentencia: “¡Aquel que tema a la punta de mi lanza, jamás atraviese el fuego!”. Años más tarde el héroe temerario que rescatará a Brünnhilde será Siegfried, el hijo de Siegmund y Sieglinde.
El ocaso de los dioses
Los tres fragmentos orquestales de este concierto pertenecen al prólogo y al acto tercero del drama y describen lo siguiente: Brünnhilde, ahora mujer, y Siegfried, el héroe temerario que rompió la lanza de Wotan, atravesó el fuego y sacó a la valquiria de su largo sueño, despiertan exultantes con los primeros rayos del alba. Se aman y miran hacia el porvenir. Siegfried se despide de su amada y emprende su viaje por el Rin rumbo al palacio de los guibichungos. Allí lo esperan Gunther y Hagen, tenebroso personaje que codicia el anillo de oro forjado por el nibelungo Alberich, que está en poder del héroe. Hagen, hijo de Alberich y una guibichunga, terminará asesinando a Siegfried pero nunca poseerá el anillo. Una de las páginas wagnerianas más sobrecogedoras acompaña la muerte del héroe.
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