Comentario
Por Claudio Ratier
Preparativos para el estreno: Bayreuth
Cuando el 9 de mayo de 1876 la partitura de
Götterdämmerung terminaba de imprimirse en la editorial Schott de Maguncia, se apersonaba en Bayreuth Richard Fricke, maestro de ballet y director de escena ayudante en el teatro de Dessau. Con su llegada comenzaban los ensayos y en realidad venía a cumplir un rol de asistente de régie, porque el verdadero puestista del
Anillo, que con su estreno inauguraría el teatro de los Festivales de Bayreuth, no fue otro que el mismo Wagner.
Qué no sucedió durante ese período accidentado, con un error tras otro que era corregido en medio de los climas y furias más atronadores, con cambios de ideas, marchas y contramarchas producto de que se estaba preparando un espectáculo jamás visto y de características únicas. Entre los contratiempos se recuerda que el cuello del dragón Fafner, que fue expedido desde Londres, jamás llegó a destino: es probable que por error haya ido a parar a Beirut (no sería raro: ¿acaso cuando llamaron a Patrice Chéreau para montar la
Tetralogía en su centenario, él, que desconocía el mundo de Wagner, no se alarmó al creer que lo invitaban a trabajar en la capital libanesa, asolada por una guerra civil?).
No era nada fácil para Fricke interpretar los deseos de Wagner, que un día pedía una cosa y al día siguiente otra, a la par que los altos costos de los ensayos ponían a las finanzas en estado muy crítico. Mientras el incansable maestro daba indicaciones sobre el escenario, su apéndice en el podio era Hans Richter, que a menudo sufría de inseguridad con respecto a los tempi. Entre un sinnúmero de novedades Wagner exigió, con la pasión que lo caracterizaba, que los intérpretes de Siegmund y Sieglinde se besaran con fuerza y convicción, cosa nada frecuente en la ópera. Las complicadas tramoyas para los efectos especiales como la instalación natatoria que debía servir a las tres ondinas, se presentaba arriesgada y llegó a aterrorizar a Lili Lehmann (Woglinde). Es que cada una de ellas debía estar montada en lo alto de un carro que, guiado por tramoyistas, las separaba notablemente del suelo mientras cantaban con el abdomen apoyado sobre un soporte. (A pesar de los problemas y la resistencia de las artistas, el eco que causó en el público fue muy positivo.) Todo transcurrió en medio de los gritos del compositor, que hacía objeto de su furia a Felix Mottl, su asistente, reprendía fuertemente a los cantantes austríacos por su pronunciación del alemán, y así como era víctima de un ataque de ira podía pasar a las bromas. Entre el 24 y el 26 de julio, Nietzsche asistió a los ensayos de
Götterdämmerung. Con la salud muy deteriorada no la pasó nada bien: entre la oscuridad, debió soportar largas y sofocantes horas en las que la corrección de los errores prolongaba la extenuante jornada.
El ensayo general del
Anillo del nibelungo se llevó a cabo entre el 6 y el 9 de agosto. Una vez transcurrido y a 28 años de los primeros esbozos del texto, el momento del estreno era inminente..