Sinopsis
Los autores sitúan la acción en los bosques y lagos de Bohemia, en tiempos de cuentos de hadas.
ACTO I
Un claro en el bosque, junto al lago. Tres ninfas del bosque danzan a la luz de la luna y bromean a costa del Vodník, Duende del Agua, su padre y el de todos los espíritus de la naturaleza. Una ninfa del agua – una Rusalka - le confía a su padre que se ha enamorado de un apuesto príncipe que suele cazar en los alrededores del lago. Quiere adquirir alma y forma humana para que él pueda responder a su pasión.
El Duende le advierte que es mala idea y la manda a consultar a Ježibaba, la bruja, pero antes Rusalka dirige una canción a la Luna pidiéndole que ilumine al Príncipe y le cuente sobre su amor. Ježibaba le dice a Rusalka que para hacerse humana hay un requisito terrible: tendrá que renunciar al don de la palabra y, además, si el príncipe la traiciona ambos serán malditos para siempre. Rusalka acepta las condiciones y bebe la poción que se le ofrece. El Príncipe, a la caza de una misteriosa cierva blanca, se encuentra con Rusalka, ahora humana. La abraza y se la lleva a su palacio entre los lamentos del padre y de las hermanas.
ACTO II
El parque del castillo del Príncipe. Se prepara la boda del Príncipe con Rusalka. El Guardabosques y su sobrino, el Mozo de Cocina, comentan que su señor se está por casar con una novia muda y desconocida. Sospechan de brujería y dudan de que el matrimonio tenga éxito: el Príncipe ya se interesa en una Princesa Extranjera, invitada a la boda, mucho más refinada y por cierto más elocuente que la muda Rusalka. Cuando el Príncipe declara su amor a la Princesa, Rusalka escapa humillada.
En auxilio de Rusalka aparece furioso el Vodník, quien se la lleva de vuelta a su reino y anuncia al Príncipe el destino que le aguarda. Aterrorizado, el Príncipe pide apoyo a la Princesa Extranjera, pero esta lo desprecia y se marcha disgustada.
ACTO III
El claro junto al lago. Rusalka pide a Ježibaba un remedio para su desgracia. La bruja le entrega un puñal para que, luego de matar al Príncipe, consiga la salvación. Rusalka rechaza el consejo y arroja el puñal al lago. Preocupados por su señor, el Guardabosques y el Mozo de Cocina consultan a Ježibaba sobre el Príncipe, quien, según creen, ha sido traicionado por Rusalka; huyen cuando Vodník emerge con violencia del lago y dice que no es así, que Rusalka fue la traicionada.
De nuevo tras la cierva blanca, aparece el Príncipe. Llama a Rusalka y cuando ella acude, le pide que lo bese. Rusalka le expresa su gratitud por haber experimentado el amor humano. El Príncipe muere y Rusalka, que no puede huir de su destino, regresa a las profundidades transformada para siempre en fuego fatuo de los pantanos.
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