La ópera "Nabucco" de Verdi, un clásico para ver y escuchar
El barítono argentino Lisandro Guinis interpreta al personaje principal de la obra italiana. Desde este viernes, en el Teatro Avenida.
Una vez, hace tres años, a Lisandro Guinis, barítono argentino, le tocó cantar una ópera de Puccini en el mejor teatro de Managua, la capital de Nicaragua, ante el presidente de aquel país, Daniel Ortega. Con la particularidad de que entre los intérpretes también estaba Laureano Ortega, el hijo del presidente, tenor del Grupo Lírico de Nicaragua, además de funcionario nacional.
"Fue una experiencia muy bonita y divertida. Uno siempre tiende a tener prejuicios con la política. Y hay sensibilidades en todos los ámbitos", cuenta y su voz se parece a la de Martín Caparrós. Esta vez, en su tierra natal, Lisandro interpretará por tercera vez al personaje "Nabucco", de la ópera del mismo nombre, de uno de sus compositores preferidos: el italiano Giuseppe Verdi. Será desde hoy y hasta el martes 13 de agosto en el Teatro Avenida (Avenida de Mayo 1222), en una nueva fecha organizada por la asociación civil Buenos Aires Lírica.
A los 47 años, Lisandro extraña a sus amigos venezolanos. Cuando tenía 12, se fue de La Plata a Maracaibo, porque a su mamá le ofrecieron una buena posibilidad de trabajo: el a también es cantante lírica, una mezzosoprano. Es evidente que el barítono, radicado hace 24 años en Italia, donde vive en Florencia con su mujer y sus hijos de 11 y 8 años, l egó a la lírica por "un vicio familiar", como lo explica entre risas.
Es la tercera vez que interpretás a "Nabucco", ¿qué le podés aportar de nuevo?
Una particularidad de este "Nabucco" es que los directores han querido poner el acento sobre sus particularidades humanas y emotivas. La obra en general se representa como un drama del 1800 italiano y, a veces, no evidencia que hay tramas emotivas profundas, de conflictos, de amantes, de hijos, de amores correspondidos y otros que no. Ahora, tenemos la oportunidad de poder marcarlas y estoy muy entusiasmado con esta perspectiva. No sólo representar el "Nabucco" como el gran "Va pensiero" o como las grandes escenas corales o a ver quién grita más fuerte: hay cosas muy íntimas que están bien marcadas. Creo que habrá sorpresas, desde el punto de vista interpretativo y no dentro del cliché tradicional.
El "Va pensiero" es un himno muy ligado a la tradición patriótica italiana, pero muy conocido en todo el mundo. ¿Qué sentís cuando lo cantás?
Es un momento verdaramente mágico dentro de la ópera a nivel universal. No sé si hay otro tema tan trascendente como el coro del "Va pensiero". Me provoca fundamentalmente una gran admiración. ¡Pensar que un genio como Verdi lo compuso a los 27, 28 años y logró crear una joya patrimonial de la humanidad! Lo tararea todo el mundo. Incluso el que lo escucha por primera vez no puede quedar fuera de esa emoción, de ese tema con tanta intensidad. Y pertenece a todos los pueblos, no sólo al italiano. Es un himno a la libertad, contra la opresión. Trasciende las lenguas, los países. Es universal. Te toca estés como estés. Creo que Verdi hubiese podido escribirlo en cualquier lugar del mundo y hubiera sido eficaz desde el punto de vista emotivo, musical y representativo del concepto de libertad y de oposición a la opresión y a la represión. Creo que el "Va pensiero" es universal.
De los personajes que interpretaste en tu carrera, ¿tenés alguno preferido?
Todos los roles que representan la paternidad, sobre todo en el repertorio de Verdi, tienen una fascinación muy particular. Un poco por mi condición de padre; pero otro poco porque uno sabe el estilo de Verdi. Cuando compuso "Nabucco", hacía poco que habían muerto los hijos, era una situación especial. Eso, no sé por qué, me compenetra mucho. Siento una particular predilección por los "padres verdianos". Y "Rigoletto" es el padre por antonomasia.
