Santiago Ballerini es un tenor que se presentará en el Teatro Avenida con la ópera Lucrezia Borgia, el viernes 17 de mayo, en el marco de los festejos de los diez años de Buenos Aires Lírica. La obra, que repite el 19, 21, 23 y 25 de mayo, es una puesta en escena de Tomer Zvulun con dirección musical de Jorge Parodi.
Santiago le cuenta al Sí! que en esta obra encarna a "uno de los clowns amigos de Gennaro. Es un personaje bastante oscuro, como de mafia siciliana. Es un personaje que tomó tiempo construirlo bien porque en sí es re contradictorio. Por suerte Zvulun me ayudó a armarlo". El joven tenor, a la hora de armar sus personajes, cuenta con una ayuda: él es musicoterapeuta y maneja herramientas que le ayudan a formar sus personajes. Esa formación también le facilitó otras cosas: "En la universidad tuve mucho trabajo corporal y aprendí mucho de las relaciones personales. Me especialicé en adicciones y eso me llevó a trabajar con pacientes en rehabilitación. Conocí mucho y eso me suma cuando me subo al escenario".
El del clown no es el personaje más raro que interpretó Santiago: "En una obra me tocó hacer de Gardel, pero con la premisa que Gardel era homosexual. Es algo distinto. Son experiencias que voy agregando a mi carrera en la lírica". Más allá de esa vez, su relación con el tango es lejana: "Para mí es muy raro cantar un tango. Creo que los líricos no tienen nada que ver con el tango, son gustos", explica.
Ballerini sí disfruta de otros géneros, como la bossa nova o el jazz: "me gusta mucho cantarlo. Siempre lo he hecho de forma más amistosa, nunca profesionalmete. Me gustaría explorar por ahí, pero en este momento estoy enfocado en mi carrera como cantante lírico. Lo más lejano que he hecho fue cantar en Los miserables en Concierto, en el Teatro Nacional. Fue una muy buena experiencia pero no pasó de eso. No sé si los musicales serán lo mío, donde estoy más cómodo, dentro de la lírica, es en la comicidad y el drama".
