Suor Angelica y Pagliacci cómplices de una propuesta fuerte y sensible
Una nueva entrega de Buenos Aires Lírica, con doble y poco acostumbrado programa, aunados en historias trágicas que contadas con sus propios y distintos estilos, lograron un apreciable resultado final. Altamente recomendable.
El Teatro Avenida sigue siendo el espacio ideal para experimentar los caminos evolutivos de la ópera en Buenos Aires, caminos que incluyen programaciones extrañas o audaces como el presentado por Buenos Aires Lírica integrado por Suor Angelica de Giacomo Puccini y Pagliacci de Rugero Leoncavallo.
Hasta hace poco tiempo Buenos Aires Lírica, se subtitulaba como "La nueva ópera de Buenos Aires", y en verdad lo sigue siendo al marcar novedades como este doble programa, que resulta muy atractivo y atinadamente complementario. Son dos expresiones de dolor. De dramas de idéntica profundidad, pero con maneras bien diferenciadas de manifestación, tanto en la línea textual como en la musical.
Suor Angelica, es verdaderamente el purgatorio, tortuoso, afligido, cansino, sufriente y sinuosamente desgarrador. No siempre es incluido en el tríptico y recientemente, cuando lo presentó el Colón, lo hizo alterando su habitual orden. Precisamente, el fresco recuerdo de la función del Colón, permite distinguir los diferentes matices con que se presentó. Éste que dirige Marcelo Perusso, utiliza recursos escenotécnicos evidentemente más modestos, pero logra una contundente llegada, marcando un tiempo y una ambientación exacta para transmitir la tremenda angustia de la triste historia. Claro que Perusso ha contado con las muy comprometidas intervenciones de Florencia Fabris (Suor Angelica) y Elizabeth Canis (Tía Princesa), que dotaron de una luz propia que ayudó a que esta parte no comúnmente apreciada del tríptico, gustara mucho.
La segunda parte del programa hace una irrupción intrépida, como si llegara el mismísimo Indiana Jones. Con tanto ímpetu que cerca estuvo de derribar el decorado. Probablemente azaroso comienzo, que profundizó la imagen de lenta transición hacia un camino de fatal desenlace, logrando el "verismo" de Leoncavallo con virulencia hasta plasmarse en la notable vigencia de un Luis Lima (Canio) que supo transmitir el desgarro del dolor a partir de su voz.
Pagliacci, tuvo color y mucha animación escénica, probablemente demasiada en un acotado espacio, en donde Florencia Fabris (esta vez como Nedda) lucio nuevamente, junto al experimentado Omar Carrión (Tonio), y los correctos Ernesto Bauer (Silvio) y Fermín Prieto (Beppe).
El coro, con la acostumbrada pasión de su director Juan Casasbellas, y la orquesta con la sobria dirección de Carlos Vieu, dieron forma a un noche que resultó especialmente grata, llena de sufrimiento pero con una estimable entrega de talento.
Reparto de Suor Angelica
Suor Angelica
Florencia Fabris
La tía princesa
Elisabeth Canis
La abadesa
Alicia Alduncín
La hermana celadora
Vanina Guilledo
La maestra de las novicias
Rocío Arbizu
Hermana Genovieffa
Patricia Deleo
Hermana Dolcina
Patricia Villanova
La hermana enfermera
Florencia Machado
Las mendicantes
Sabrina Cirera, Melina Biagetti
La novicia
Patricia Deleo
Las conversas
Ana Durañona, Sabrina Contestabile
Reparto de Pagliacci
Canio
Luis Lima
Nedda
Florencia Fabris
Tonio
Omar Carrión
Silvio
Ernesto Bauer
Beppe
Fermín Prieto
Dos campesinos
Juan Feico, Fabián Frías
