“Macbeth”, de Giuseppe Verdi. Con Luis Gaeta, Mónica Ferracani, Arnaldo Quiroga, Christian Peregrino y elenco. Dirección: Javier Logioia Orbe. Buenos Aires Lírica. Teatro Avenida.
“Macbeth” fue la primera experiencia de Verdi en el universo de Shakespeare, y, como podría suponerse, la historia del ascenso al poder de la ambiciosa pareja formada por Lady Macbeth y su esposo solo podía dar como resultado una ópera oscura y dramáticamente intensa.
La puesta ofrecida por Buenos Aires Lírica en el cierre de su actual temporada resalta, precisamente, el carácter sombrío de la obra. En la escenografía, diseñada por Nicolás Boni, predominan los tonos grises, que contrastan con el rojo furioso de los trajes de la pareja protagónica y de la cabellera de Lady Macbeth. La régie de Fabián von Matt logró aportar fluidez al desarrollo dramático, con una marcación escénica esencialmente tradicional resuelta con dinamismo y agilidad. Aunque algunos recursos, como las caracterizaciones de las brujas y de los espectros, pudieron resultar poco convincentes, todos los elementos contribuyeron a crear una atmósfera lúgubre que acentuó la potencia de la trama.
En el rol de Macbeth, el barítono Luis Gaeta mostró su profundo conocimiento del estilo verdiano y, con presencia vocal y matices expresivos, plasmó tanto la sed de poder como la vulnerabilidad de su personaje. La soprano Mónica Ferracani fue una Lady Macbeth imponente, con voz incisiva, emisión impecable y notable fuerza dramática. Arnaldo Quiroga, como Macduff, y Christian Peregrino, como Banco, tuvieron actuaciones correctas, aunque sus caracterizaciones quedaron desdibujadas al lado del vigor de la pareja protagónica. Javier Logioia Orbe, a cargo de la dirección musical, logró un buen desempeño de la orquesta y un adecuado equilibrio entre las voces y el foso.