Excelente viaje a la Luna
Por Gustavo Gabriel Otero
Mundoclasico.com. Lunes 1 de agosto de 2011.
Buenos Aires, 21/06/2011. Teatro Avenida. Joseph Haydn: Il mondo della Luna. Ópera en tres actos. Libreto de Carlo Goldoni. Pablo Maritano, dirección escénica. Andrea Mercado, escenografía. Sofía Di Nunzio, vestuario. José Luis Fiorruccio, iluminación. Carlos Trunsky, pantomimas. Osvaldo Peroni (Ecclítico), Vanina Guilledo (Ernesto), Hernán Iturralde (Bonafede). Jeanette Vecchione (Flaminia), María Savastano (Clarice), Rocío Arbizu (Lissetta), Sergio Spina (Cecco). Iván Maier, Lucas Werenkraut, Jorge Blanco, Juan Feico, Fabián Frías, Alejandro Spies, Julián Mardirosian y Diego Mazurok (estudiantes, caballeros, bailarines, pajes, sirvientes soldados y seguidores de Ecclitico). Orquesta de Buenos Aires Lírica. Dirección musical: Rodolfo Fischer. Espectáculo presentado y producido por la Asociación Buenos Aires Lírica
No podía haber sido mejor la idea de Buenos Aires Lírica de proponer la vuelta a la escena de esa joya que es Il mondo della luna de Haydn. En consonancia con la buena idea, la realización escénica, la calidad del elenco y la acabada versión musical resultaron de excelencia y así la mejor asociación privada que hace ópera en la Argentina conquistó un nuevo jalón positivo en su brillante historial.
Pablo Maritano comandando el equipo visual volvió a demostrar que es uno de los jóvenes directores escénicos de ópera más interesantes de la Argentina. Con absoluto respeto a la obra logró una adecuada modernización y que en cada momento una acción escénica acompañara al canto. No hubo momentos vacíos pero tampoco movimientos sin necesidad. Todo fue pensado al milímetro y se subrayó la comicidad sin caer en vulgaridades.
La ambientación a principios del siglo XX resultó funcional y a partir de ella el puestista logró hacer un pequeño homenaje al cine de George Méliès pero también apelar a la fantasía de la infancia con un baño convertido en observatorio astronómico o que unos colchones sean la superficie de la luna.
La excelencia visual se asentó, también, en el colorido y prolijo vestuario ideado por Sofía Di Nunzio, la hábil iluminación de José Luis Fiorruccio, las pantomimas con sabor a Alicia en el País de las Maravillas de Carlos Trunsky y en la funcional y bella escenografía de Andrea Mercado.
El conjunto orquestal lució ajustado y solvente bajo la conducción en perfecto estilo de Rodolfo Fischer.
El cuadro de cantantes brilló tanto en la faz musical como en la actoral y ante la excelencia se hace difícil encontrar matices.
Será difícil por mucho tiempo encontrar en nuestro medio otro Bonafede de mejor belleza de registro, calidad canora y solvencia actoral que el de Hernán Iturralde. Asimismo resulta inolvidable la composición de Osvaldo Peroni del falso astrólogo Ecclitico en la que aunó buenos agudos, homogeneidad en el registro, adecuada proyección y desopilante comicidad.
Por su parte María Virginia Savastano deslumbró como Clarice mientras que dejó una muy buena impresión la joven soprano estadounidense Jeanette Vecchione como Flaminia.
Sergio Spina (Cecco) y Rocío Arbizu (Lisetta) aunaron gracia y calidad vocal. Mientras que la mezzo Vanina Guilledo (Ernesto) no desentonó dentro de un elenco de excelencia. A su vez el pequeño coro masculino cumplió con su parte.
En suma: un excelente viaje vocal, actoral e interpretativo a la Luna.