IL RITORNO D'ULISSE IN PATRIA” SE DIO EN EL AVENIDA
PARA
BUENOS AIRES LIRICA Desde el mismo orígen de la ópera
Por Néstor Echevarría
LA PRENSA, Domingo 19 de julio de 2009
“Il ritorno d'Ulisse in patria”, ópera en un prólogo y tres actos.Libreto: Giacomo Badoaro. ;Música: Claudio Monteverdi. Director musical: Juan Manuel Quintana. Régie: Alejandro Bonatto. Escenografía: A. Bonatto y Jerónimo Basso. Vestuario: Sofia Di Nunzio Coreografía: Cecilia Elías Cantantes: Victor Torres ,Evelyn Ramirez, Franco Fagioli, Pilar Aguilera Jaime Caicompai y otros. Ensamble orquestal “I Febiarmonici”. Buenos Aires Lirica. Teatro Avenida, el viernes 17.
La personalidad del músico cremonés Claudio Monteverdi (1567-1643) encierra una bien calificada paternidad en la ópera, en el llamado “melodramma” de aquel principio de un género que se sustenta hoy, gloriosamente, tras cuatro siglos de vida. Su “Orfeo” fue testimonio vivo de ideas reformadoras, y de su valiosa producción se han perdido partituras, en tanto su revisión y revaloración ha crecido con el tiempo.
DOS SIGLOS
El esfuerzo de Buenos Aires Lirica al programar “Il retorno d'Ulisse in patria”, estrenada según fuentes confiables en el primer teatro lírico librado al público, el San Cassiano de Venecia, en la época carnavalesca de 1640, puede considerase ampliamente positivo para nuestro medio lírico a partir de esta primicia sudamericana. Una partitura que volvió a la luz luego de dos siglos largos, que tiene una duración cercana a las tres horas y cuenta con libreto de Giacomo Badoaro, basado en la “Odisea” de Homero, en la que el héroe Ulises regresa de Troya simulando ser un mendigo al palacio de Itaca, donde Penélope, su esposa, lo sigue esperando asediada por pretendientes al trono vacante. La prueba del arco lo habrá de identificar, cumpliendo su venganza y retomando su sitial.
Un excelente trabajo cumplió Juan Manuel Quintana al frente del ensamble de instrumentos originales “I Febiarmonici”, conformado por mas de una docena de destacados instrumentistas que tienen como concertino a Manfredo Kraemer, donde, a los instrumentos vigentes se sumaron entre otros la tiorba, la viola da gamba y otros, generando un sonido de esencial cuadratura e impronta barroca.
La valiosa labor del director se vio acompañada en el escenario por un elenco numeroso y en general bien preparado en la modalidad monteverdiana, en el llamado en Italia “stile concitato” tan propio de su lenguaje y en la efusión psicológica que fue otro de sus atributos compositivos.
SOLISTAS EMPEÑOSOS
En tal sentido cabe subrayar la notable intervención del destacado contratenor tucumano Franco Fagioli (Telémaco), de brillante desempeño vocal y escénico, exponiendo su voz una amplia proyección y riqueza de armónicos; del barítono Victor Torres (Ulisse) que mostró musical y efectiva concepción del personaje homérico, en tanto la contralto chilena Evelyn Ramirez, (Penélope) exhibió su voz de timbre homogéneo y segura emisión musical.
Corresponde destacar, asimismo, participaciones meritorias de Oreste Chlopecki, Carlos Ullán, los chilenos Pilar Aguilera y Jaime Caicompai, así como de María Cristina Kiehr, Gustavo Zahnstecher, Damián Ramírez y el histrionismo de Osvaldo Peroni, entre los empeñosos solistas comprometidos para los dieciocho papeles asignados. A ellos habrá que agregar tres grupos corales sumando otras once voces en eficaz cometido.
La puesta escénica plasmada por joven el “régisseur” platense Alejandro Bonatto -coautor de la sencilla y funcional escenografia con Jerónimo Basso-, completada con el cuidado vestuario de Sofía Di Nunzio, fue elaborada y eficiente, pudiendo señalarse la dinámica de la acción y el acudir con propiedad a la gestualidad y al concepto psicológico de los personajes homéricos, con algunas escenas de logrado acierto respecto del motivo central de la trama. La iluminación de Gonzalo Córdova mostró eficacia y fue escueta la coreografía de Cecilia Elías.
En suma, un aporte positivo para el mejor conocimiento y disfrute de un pilar indiscutible del arte lírico como fue el maestro de Cremona, llevado a cabo en el Avenida con innegable acierto. |