"La Traviata" por Buenos Aires Lírica
Por Eduardo Giorello
EL DÍA - LA PLATA, Sábado 4 de abril 2009
"La traviata" es una de las óperas más difíciles del repertorio. Quizá por ser masivamente conocida a través de la literatura de Alexandre Dumas, en la que se inspira y por haber sido varias veces llevada al teatro, a partir de su publicación como novela y adaptada para el escenario, y ya en el siglo XX, llevada al cine y a la televisión. Su frecuente reposición en los más grandes teatros líricos trasformada en ópera paradigmática por Verdi y Piave, la historia de Marie Duplessis, la llamada "La dama de las camelias", exige la excelencia de todos sus elementos constitutivos como espectáculo lírico para que ese conocimiento del público no sea vulnerado ni traicionado por una versión pobre en lo musical y teatral.
Buenos Aires Lírica abrió la temporada 2009 con su versión de "La Traviata" y los resultados fueron, en general, decorosos.
Uno de los pilares de esta producción fue el director Carlos Vieu al frente de la Orquesta de B.A.L. Su ímpetu y fogosidad itálica fueron las más aptas para traducir esta historia de amor recorrida por una honda emoción, consecuencia del dolor que supone el renunciamiento de la protagonista y la piedad que su suerte provoca. Los instrumentistas de la orquesta respondieron a las indicaciones del director con excelencia musical y un brioso dramatismo.
La puesta de Pablo Maritano, casi como es de rigor, se trasladó a otra época. A los años cincuenta, con climas de ascendencia cinematográfica que recordaron aquella versión de Luis César Amadori con Zully Moreno titulada "La mujer de las camelias". Por supuesto en estos traslados siempre hay incongruencias argumentales, como la de la "tisis" de Violetta, perfectamente controlable en los cincuenta, tiempo en el que ocurre ahora. La puesta en escena evocó también al cine por la rapidez de los cambios escenográficos y su dinámica de "montaje" o "edición" cinematográfica, a la vista de los espectadores.
El coro de BAL con Casasbellas siempre canta bien y actúa mejor. El trío de cantantes para los roles principales estuvo conformado por Ivanna Speranza (de timbre no demasiado grato y buena técnica vocal para resolver las demandas del rol), Arnaldo Quiroga y Omar Carrión, como el hijo y el padre Germont, ambos de buenas condiciones musicales y apropiada actual teatral. El resto del elenco consecuente con ellos. |