Derroche de talento en el escenario del Teatro Avenida
Por Hostnews Contenidos
HOST NEWS, DIARIO DIGITAL DE NEGOCIOS EN TURISMO, Abril de 2008
L'italiana in Algeri, la vertiginosa obra de Rossini marcó el comienzo de la temporada de ópera de Buenos Aires Lírica con un brillo que augura un excelente año. Destacadas labores de Evelyn Ramírez y Hernán Iturralde.
Tan sólo 27 días le insumió a Gioachino Rossini escribir la partitura de L'italiana in Algeri en una muestra de su asombrosa genialidad musical, y tan sólo 5 representaciones programó Buenos Aires Lírica para que el público porteño pudiera apreciar su magnífica puesta en el Teatro Avenida.
Se podría esgrimir el razonamiento que, a falta de producciones en el Colón, nos estemos empezando a sorprender con alternativas menos pretenciosas, pero definitivamente estaríamos ante un grave error. Buenos Aires Lírica, en la sala del Avenida, producción tras producción, demuestra una constante maduración en la coordinación de todos los elementos y recursos que posibilitan resultados altamente satisfactorios.
La obra de Rossini, de una vertiginosidad implacable, ha sido representada de un modo prolijo, estético, armónico y excelentemente cantado, haciendo gala de un encomiable nivel de profesionalismo.
L'italiana in Algeri brinda posibilidad de lucimiento pero también es un desafío difícil de emprender, y el público que colmó la sala en la función del domingo salió con grandes sonrisas en sus rostros, empalagado de la mejor música y de una interpretación perfecta.
La régie de Pablo Maritano tuvo el mérito de amalgamar lo mejor de cada intérprete, de cada espacio, de cada hilo de luz y de cada detalle gestual, de cada sutil movimiento sobre el escenario.
La batuta de Guillermo Brizzio pareció fluir encantada por la complicidad de intérpretes de avezada sensibilidad musical. Juan Casasbellas marcó ajustadamente los coros a pesar de los intensos movimientos de sus integrantes.
El color, y los elementos de la escenografía sumaron una estupenda belleza plástica a una historia que predispone al goce del conjunto. Mérito conjunto de Andrea Mercado (escenografía), Sofía Di Nunzio (vestuario) y Gonzálo Córdova (iluminación).
Evelyn Ramírez (Isabella), que ya nos había asombrado en su rol de Nerón en L'incoronazione di Poppea, aquí demostró su continua evolución, transformándose en una intérprete de excepción en lo musical y que además cuenta con mucha gracia y calidad interpretativa.
Hernán Iturralde (Mustafá), está en plena madurez interpretativa y es dueño de un carisma ideal para el rol. El chileno Jaime Caicompai (Lindoro), adquiere una coloratura musical cada vez más cautivante aunque no le resulta cómodo el movimiento actoral, teniendo en cuenta que su personaje es muy exigente en lo gestual.
Fernando Santiago (Taddeo), Jimena Semiz (Elvira), Florencia Machado (Zulma) y Gustavo Feulien (Haly), cumplen muy acertadamente con sus roles respectivos.
En definitiva, un espectáculo sin fisuras, encantador, que moviliza, que provoca mayor expectativa ante nuevas producciones. Altamente recomendable sugerir a todo el público que nos visita adherir a las producciones de Buenos Aires Lírica, sin ningún temor a equivocarse. |