Ifigenia, un lujo para el Avenida
Por Eduardo Giorello
Ambitoweb, martes 16 de septiembre de 2008
La mejor producción en el año es de BA lírica
«Ifigenia en Táuride». Tragedia en cuatro actos. Mús.: Ch. W. Gluck. Lib.: N. F. Guillard. Régie y esc.: R. Cosentino. Dir. Musical: A. Pérez. Vest.: S. M. Muller. Ilum.: H. Efron. Coro: J. Casasbellas. Coreog.: C. Elías. (Teatro Avenida). Funciones hasta el 20/9.
Buenos Aires Lírica presentó su mejor producción en lo que va de la temporada y quizá una de las más bellas de toda su historia que, si bien es breve, no por ello menos importante. La tragedia lírica de Gluck, «Ifigenia en Táuride» constituyó un genuino triunfo de la asociación dedicada a la ópera independiente.
Producto de los intentos renovadores del autor alemán Christoph W. Gluck en la consolidación del género operístico, su concepción se inscribe tanto en el gusto parisiense de fines del 700 como en la profundización de su estética. La régie y la escenografía de Rita Cosentino ubican la acción en un espacio delimitado por las paredes del templo, y con economía de recursos escénicos. Allí lo que importa es la dinámica del movimiento acordado al coro y los personajes principales, encaminados en la búsqueda de una verdad escénica que sella toda la representación, dividida en dos partes. Los componentes visuales son tan bellos (el vestuario de Stella Maris Muller y las luces de Horacio Efron ) que se suman sin conflictos a la escenografía diseñada por Cosentino para crear un cuadro de gran plasticidad, activo y dramático, con inspiración en la tragedia griega. Gran trabajo del coro, como es habitual, que dirige Juan Casasbellas. Los papeles principales fueron asumidos por algunos de los mejores cantantes del país: Virgina Correa Dupuy encarnó una sensible y vocalmente sólida Ifigenia; Luciano Garay y Carlos Ullán fueron Oreste y Pylade respectivamente, ambos excelentes músicos y convincentes actores.
También aportaron calidad Ernesto Bauer como Thoas y Eugenia Fuente como Diana.
Acorde con la propuesta fue la coreografía de Cecilia Elías . La dirección de Alejo Pérez al frente de la Camerata Bariloche, ampliada para la ocasión, resultó clara y de innegable gesto clásico.Los cantantes se sintieron seguros con el acompañamiento de los calificados instrumentistas y de la capacidad del director, quien despojó del conjunto el sonido del vibrato romántico para la obtención de claridad en la exposición. Un extraordinario espectáculo. |