Las enseñanzas de Don Juan
Por Sandra de la Fuente
CLARÍN, Jueves 13 de noviembre de 2008
Con una buena producción de la ópera de Mozart, terminó la temporada de Buenos Aires Lírica.
Con una cuidada producción de Don Giovanni de Mozart, Buenos Aires Lírica puso punto final a su temporada 2008. La concepción escenográfica es una perfecta extensión del ánimo de la obra. El color gris que gana el escenario, tiñe la puesta apenas el telón se corre tras esos primeros tensos acordes que irrumpen como una escalofriante aparición.
El gris y la rugosa textura de la piedra bañan tanto el abstracto diseño del telón de fondo como los escasos volúmenes de líneas geométricas que ocupan las primeras escenas. La premonición del trágico destino -el descenso al infierno del desenfrenado Don Giovanni- marca el tono general a toda la representación. Y aunque los colores pasteles que acompañan más tarde los bailes y mascaradas aflojan la intensidad de las primeras escenas, las intervenciones de Leporello quedan fijadas en ese clima inicial, se escuchan como un sarcasmo del impotente servidor frente a la crueldad de su amo, antes que como un contrapunto humorístico, una convencional descarga de la tensión dramática.
Esa abstraída escenografía no sólo eterniza el relato, sino que delega su humanización en un elenco caracterizado al detalle con indumentaria de época. Alejado del clisé, con condiciones actorales y vocales excepcionales, Hernán Iturralde da vida al más perfecto Leporello que pueda pensarse. En esa misma línea, el sugestivo timbre y la perfecta expresión de Carla Filipcic Holm capturan la lucha interna entre la pasión y el ánimo de venganza de Donna Anna. A su lado, el barítono Carlos Ullán muestra su exquisito refinamiento al componer un contenido Don Ottavio, un exacto complemento para la impetuosa Donna Anna.
Gustavo Ahualli maneja con solvencia técnica el difícil papel del Don Juan. Andrea Nazarre compone una comprometida Donna Elvira, aunque las exigencias de la partitura limitan su expresión. Ana Laura Menéndez y Gustavo Zahnstecher animan con la necesaria soltura vocal y corporal a los afectuosos Zerlina y Masetto, mientras Ricardo Ortale da un tono severo exacto a su Commendatore. También son dignas de destacar las precisas intervenciones del coro dirigido por Juan Casasbellas y la muy buena concertación de la orquesta conducida por Carlos Vieu.
Ficha
Don Giovanni
AUTOR W. A. MOZART
DIRECCION CARLOS VIEU
REGIE RITA DE LETTERIIS
LUGAR TEATRO AVENIDA
MUY BUENO
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