"ATTILA" en el Teatro Avenida por Buenos Aires Lírica
Por Néstor Echevarría
LA PRENSA, ESPECTÁCULOS, domingo 20 de julio de 2008
Gran ópera de un Verdi juvenil
"Attila", ópera en un prólogo y tres actos.
Libreto: Temistocle Solera. Musica: Giuseppe Verdi
Director musical: Javier Logioia Orbe.
Director del coro: Juan Casasbellas.
Régie, escenografia y vestuario: Marcelo Perusso.
Iluminación: Rubén Conde.
Cantantes: Homero Perez-Miranda, Mónica Ferracani, Omar Carrión, Arnaldo Quiroga y otros. Coro y Orquesta de Buenos Aires Lirica, En el teatro Avenida (Av,de Mayo 1222), el viernes 18
Instalada en la "prima maniera" de la producción operística de Giuseppe Verdi, "Attila" (su novena ópera , estrenada en 1846 en el célebre Teatro La Fenice de Venecia,) nació como un proyecto basado en la pieza teatral del poeta alemán Zacharias Werner titulada "Atila, rey de los Hunos", que el libretista Temistocle Solera y su colega Francesco Maria Piave -aprovechando el ausentismo por un tiempo del primero ,lo cual dio un sesgo de irregularidad al resultado teatral- proporcionaron a un Verdi de treinta y dos años la posibilidad de remontar la palidez de su ópera anterior, "Alzira".presentada en el San Carlo de Nápoles.en precarias condiciones de salud.
LAS "CABALETTAS"
Con su paleta rica en arias y "cabalettas", escenas concertantes y corales, Verdi plasmó en "Attila" una ópera exigente para la tesitura vocal de los solistas,lo cual hace que cada ejecución merezca especial atención en su elección.Y asi fue que Buenos Aires Lirica acometió su tercer programa de esta temporada que desarrolla en el teatro Avenida con esmerada preparación y un logrado resultado musical.
Se fue afiatando la orquesta de unos cuarenta ejecutantes bajo la dirección de Javier Logioia Orbe, que tradujo con eficiencia y marcada efusividad por momentos el discurso verdiano, en esta primera vinculación con la entidad.. El coro dirigido por Juan Casabellas también respondió con solvencia y tuvo buen lucimiento, sobre todo en el admirable concertante "Oh dell'eterno..." que cierra el acto primero.
Entre las voces solistas, resultó destacable la labor de la soprano Mónica Ferracani, como Odabella, haciendo gala de una línea emisiva de noble filiación verdiana, con momentos tan lucidos y atrayentes como el aria"Oh nel fuggente nuvolo", que abre el primer acto, donde el fraseo escandido,la regulación de la voz en los distintos rangos de su tesitura, con buen manejo del "legato" y las "filature" y un sentido decir , pusieron un nivel de excelencia vocal en la función. Su actuación como actriz también debe ponderarse.
UNA VOZ SEGURA
También merecedor de elogio fue el trabajo del bajo barítono Homero Pérez- Miranda, con voz sonora y segura en sus intervenciones y una buena composición del personaje titular, en tanto Omar Carrión ponía en juego sus recursos baritonales, exhibidos sobre todo en el andante "Dagli immoratali vertici", donde explayó buena línea, afirmando su emisión respecto de otros pasajes de la opera.
Sin estar a la altura de los anteriores, el tenor salteño Arnaldo Quiroga puso empeño y cantó su comprometida aria "Ella in poter del barbaro" con entrega, pudiendo esperarse mas modulación y homogeneidad tímbrica. Se fue afirmando hacia el final de la opera.. En carácter los cometidos de Emanuel Esteban y Christian Peregrino en las otras partes solistas.
Se vio escénicamente una puesta respetuosa por parte de Marcelo Perusso " "régisseur", escenográfo y también vestuarista en esta versión, planteando una fiel y detallista caracterización épica, complementada con oportunos efectos lumínicos de Rubén Conde, En suma, el trabajo de Buenos Aires Lírica deja un saldo muy positivo en la presentación de un titulo bastante postergado en la producción de Verdi, producto de un plausible esfuerzo y calidad artística al encararlo. |
