"LA CLEMENZA DI TITO", LA PENULTIMA OPERA DE MOZART, SE VIO EN EL AVENIDA
Una cuidadosa y merecida reposición
Por Néstor Echevarría
LA PRENSA, Domingo 17 de septiembre de 2006
"La clemenza di Tito", ópera en dos actos. Libreto: Caterino Mazzol^. Música: Wolfgang Amadeus Mozart. Director de orquesta: Luis Gorelik. Director del coro: Juan Casasbellas. Régie: Marcelo Lombardero, en reposición de Rita Cosentino. Escenografía: Daniel Feijóo. Vestuario: Luciana Gutman. Iluminación: Horacio Efrón. Cantantes: Carlos Ullán, Carla Filipcic Holm, Adriana Mastrángelo, Vanesa Mautner, Ana Laura Menéndez y Alejandro Meerapfel. Coro de Buenos Aires Lírica y orquesta. En el teatro Avenida, el viernes 15.
Pocas semanas antes de estrenar "La flauta mágica", su última ópera, y a un par de meses de su temprana muerte a los treinta y cinco años, Wolfgang Amadeus Mozart estrenaba "La clemenza di Tito" en el Teatro Nacional de Praga (la sede era entonces el antiguo Teatro Tyl, aun conservado) el 6 de septiembre de 1791. Era un compromiso a cumplir con extrema rapidez, de acuerdo a un encargo para festejar la coronación del emperador Leopoldo II como rey de Bohemia.
Un viejo texto del poeta italiano Pietro Metastasio, refundido por el poeta cortesano Caterino Mazzol^, fue la fuente temática sobre la figura del emperador romano Tito Flavio Vespasiano, ubicando la acción en el año 79 de nuestra era en Roma, que procura ensalzar, tras una serie de enredos argumentales, la clemencia y generosidad del gobernante, circunstancia que motiva el título.
CONTENIDO MUSICAL
Así las cosas, la ópera se planteó con una trama escénica y acción teatral poco dinámica, denotanado cierta endeblez en el libreto, pero el contenido musical raya a gran altura creativa por parte del genio de Salzburgo por las bellas arias y escenas concertantes, demostrativas de su plena madurez creativa.
Por esa razón toda puesta escénica que agilice y de a la acción teatral una vuelta de tuerca, podrá contraponerse a esa natural estaticidad que presenta. Y este fue el logro de la propuesta de Marcelo Lombardero que ofreció hace un par de temporadas Buenos Aires Lírica y que ahora volvió en prolija reposición de Rita Cosentino, donde una acción trasladada temporalmente a nuestro tiempo, desde el primer acto, se mimetiza y trasmuta en un retorno a época con la escena del cierre. La escenografía de Daniel Feijóo y el vistoso vestuario de Luciana Gutman y una oportuna iluminación de Horacio Efrón, fueron complemento de la eficacia e interés que la versión produce y que mantiene la tensión teatral y dramática del mensaje musical mozartiano.
La traducción musical fue creciendo paulatinamente, con una orquesta que se fue afiatando, con la eficaz dirección de Luis Gorelik, maestro radicado hoy en Concepción, Chile, con una ajustada intervención en el clave de Miguel de Olaso y un coro eficazmente preparado por Juan Casasbellas, además del homogéneo trabajo de los seis solistas vocales que tiene la ópera, que aportaron sus mejores recursos a esta producción.
RENDIMIENTO NOTABLE
En tal sentido un rendimiento ponderable fue el del tenor Carlos Ullán como protagonista, mejorando y creciendo su cometido hacia el segundo acto, donde el aria "Se all"Impero" fue vertida con legitima línea de canto mozartiana, trasuntando musicalidad y buen dominio del estilo. La mezzosoprano uruguaya Adriana Mastrangelo ofreció una lucida personificación de Sesto, desde la expresiva aria "Parto, parto, ma tu ben mio" del acto inicial hasta las comprometidas escenas dramáticas del segundo. La voz, de timbre claro y la emisión segura, fueron acompañadas por un intencionado fraseo.
En el caso de Carla Filipcic Holm se advirtió una composición de Vitellia también creciente con el avance de la partitura, hasta lograr su mejor nivel musical en el segundo acto, cantando el aria final con nobleza mozartiana e intachable musicalidad. En los restantes personajes, el de Annio dio lugar al lucimiento de las ponderables dotes de la mezzosoprano Vanesa Mautner, eficaz también en sus arias y Servilia a una encomiable labor de la joven soprano platense Ana Laura Menéndez, completando el cuadro de solistas Alejandro Meerapfel como Publio, en homogénea faena con el ensamble de vocalistas. En suma, un noble homenaje a los doscientos cincuenta años del nacimiento del gran salzburgués que Buenos Aires Lírica cumplió con el entusiasta respaldo del público. |