"Las bodas de Fígaro" en digno montaje
Por Carlos Ernesto Ure
LA PRENSA, Sábado 12 de noviembre de 2005
No fue muy lucida la versión de "Las bodas de Fígaro" ("Le nozze di Figaro"), último título de la temporada de Buenos Aires Lírica, que se ofreció el jueves en el teatro Avenida. Porque a la discreta calidad musical general de la representación se sumaron desajustes múltiples, y artistas cuyas posibilidades vocales no les permitieron cumplir con las exigencias de sus respectivos papeles.
DE TODO UN POCO
Al frente de una agrupación orquestal formada por excelentes músicos de nuestro medio, que tuvo no obstante sonido grueso y al mismo tiempo falto de corpulencia, Guillermo Brizzio dirigió con desbalances internos de diversa índole, algunos tiempos arbitrarios y un fraseo de absoluta superficialidad (sin ir más lejos: el recitativo "Bravo, signor padrone!").
Preparado por Juan Casasbellas, el coro de la entidad cumplió a su vez un cometido técnicamente impreciso, mientras que el bajo barítono Guillermo Gallardo (Don Bartolo) y la mezzo Marcela Pichot (Marcellina) demostraron que ya no están en condiciones de seguir en carrera, el primero debido a su edad, y la segunda por la ríspida intemperancia de sus notas.
En otros personajes, Víctor Torres (Conde) exhibió un registro de proyección débil y timbre muy blando, casi lavado (sobre todo en la zona central); su colega Nahuel Di Pierro (Fígaro), además de forzar la dinámica natural de los recitativos, mostró un metal monocorde, falto de carácter, y la mediosoprano Mariana Rewerski (Cherubino) sorprendió por sus dificultades de tesitura ("Non so piú cosa son, cosa faccio") y la inseguridad de su afinación ("Voi che sapete"). En sentido opuesto, el tenor Ricardo Cassinelli (Don Basilio) realizó una lograda composición actoral y vocal de su personaje; la soprano Vanesa Aguado Benítez (Barbarina) lució una voz lozana, de certero interés, y el bajo Juan Barrile (Antonio) pareció tener medios de mayor peso que algunos de sus compañeros de compromiso.
Aún cuando careció de la necesaria expansión, Graciela Oddone (Condesa) cantó a su vez con elegancia estilística y refinada línea, al tiempo que su colega, la soprano Ana Laura Menéndez (Susanna), alternó pasajes en los que su caudal se oyó muy reducido o incómodo en los agudos, con una emisión globalmente cristalina y bien colocada.
En sus aspectos visuales, esta nueva producción de la extraordinaria creación mozartiana tuvo una escenografía ingeniosa y atrayente, diseñada por Diego Siliano, atinada iluminación a cargo de Horacio Efron, y un correcto vestuario, concebido por Luciana Gutman. Marcelo Lombardero fue el autor de una 'régie' de buen funcionamiento teatral, con algunas peculiaridades opinables, especialmente la caracterización d el Conde de Almaviva como un ridículo 'metrosexual'.
LA TEMPORADA 2006
Mientras el Colón permanece inactivo, con sus salas de ensayo y armarios de instrumentos cerrados con candado, el Avenida, siempre bajo la experimentada conducción de Héctor Parmigiani, tiene ya preparada su temporada lírica para el año venidero. A 'La bohéme', 'Carmen', 'Fausto' y 'L'incoronazione di Poppea' se agregarán 'Orfeo y Eurídice' y 'Norma', así como también 'La flauta mágica', 'Don Giovanni' y ' La clemenza di Tito', de Mozart; 'Eugenio Oneguin' de Tchaikovsky; 'Ernani' y 'Falstaff' de Verdi, y esa magnífica ó pera que es "La gioconda', de Amilcare Ponchielli. |