"Werther" en una acertada versión
Por Abel López Iturbe
AMBITO FINANCIERO. Martes 3 de agosto de 2004
"Werther", ópera de Jules Massenet. Con G. López Manzitti, A. Malvino, L. Garay, A.L. Menendez, O. Grassi, M. Nuñez Camelino, A. Meerapfel, C. Velázquez, C. D'Onofrio y elenco. Esc.: D. Siliano, Vest.: L. Gutman. Ilum.: H. Efron. Régie: R. Cosentino. Coros y Orq. dir.: C. Calleja (Teatro Avenida, 29/7, repite el 6 y el 8/8. Org.: Bs. As. Lírica)
La novela epistolar de Goethe "Las penas del joven Werther", inspiró a compositor y libretistas para llegar a esta ópera romántica, doblemente conmovidos al conocerse que el drama no era ficcional, sino un episodio en la vida real del escritor y filósofo. En 1772 estudiaba derecho en Wetzlar, conoció a Charlotte Buff, la esposa de un funcionario llamado Kestner, se enamoró de ella aún en la conciencia de que era un amor imposible, tema de eterna inspiración desde los trovadores medievales hasta hoy.
Con una música de sutiles delicadezas, melodiosamente rica y expresiva, los profesionales músicos y la dirección de Carlos Calleja le hicieron honor, con el debido balance entre el escenario y el foso, el órgano en el segundo acto, con destacable refinamiento musical en los interludios, sobre todo en el "Claro de luna". La escenografía tiene su belleza; una inteligente combinación de elementos corpóreos y protección le da una atmósfera feérica de sutiles contornos. Combina con elegancia el vestuario y los colores, resaltados por una correcta iluminación.
Obviando superlativos parámetros de un pasado reciente, el protagónico de Gustavo López Manzitti deja satisfecho al espectador, cuenta para eso con su voz bien timbrada y dominio del personaje en toda la representación, mesurado, estilo "la procesión va por dentro".
La Charlotte de Alejandra Malvino es vocalmente incuestionable, y la temperatura dramática aumenta gradualmente. Luciano Garay demasiado flemático como marido de Charlotte -y enterado de la situación-. Convincente y de agradable línea de canto la Sophie de Ana Laura Menéndez. Pasmosa la naturalidad de Oscar Grassi y excelente el resto del elenco, incluido el Coro preparado por Juan Casasbellas.
En resumen: una ópera difícil que gracias al empeño de sus involucrados sale airosa del compromiso. |