Nuevos aires de ópera
Por Leila Guerriero
LA NACIÓN. Domingo 23 de marzo de 2003
Una nueva asociación, Buenos Aires Lírica, ofrece una brillante temporada de ópera que comienza el 3 de abril con Madama Butterfly
En Buenos Aires falta mucho para que, como en Florencia o Nápoles, el carnicero y el empresario se encuentren codo a codo disfrutando de la ópera con el fervor que suele destinarse a un partido de fútbol. Sin embargo, la asociación civil sin fines de lucro Buenos Aires Lírica (BAL), formada en noviembre último, aspira precisamente a eso: a hacer de la ópera un arte popular y accesible. El grupo, fogoneado por el entusiasta de la ópera y motor de la actividad lírica independiente Horacio Oyhanarte, a la sazón director de Relaciones Institucionales de la asociación, tiene una comisión directiva formada por Oyhanarte mismo, Félix Luna, Alejandro H. Dagnino, Alicia Bordieu de Menéndez Behety, Juan Archibaldo Lanús .y Frank Marmorek, presidente de BAL y portador de un entusiasmo titánico que, por ahora, se vio recompensado con creces: cuando se abrió la venta de abonos de la temporada que abrirá con Madama Butterfly el próximo 3 de abril en el Teatro Avenida, se vendieron 350 en dos días.
-Buenos Aires -dice Marmorek- fue un referente mundial en cuanto a ópera durante mucho tiempo y ya no es así. En cambio, en el mundo, la ópera es más fuerte que nunca, es el arte cuyo segmento de público joven crece más rápidamente. Los europeos comprendieron que había que renovarse técnicamente, y lo hicieron. Acá, para recuperar un poco esa excelencia que caracterizó al medio argentino, lo que hace falta es que, como en otras capitales del mundo, haya más de una ópera. Para eso hay que hacer de la ópera una actividad consecuente, darle un marco institucional, que no sean esfuerzos aislados.
La ambición de Buenos Aires Lírica es sanamente desmedida: quieren llevar la ópera al interior, privilegiar los talentos locales y hasta comisionar óperas argentinas.
-Queremos encargar óperas locales, porque no queremos hacer más de lo mismo -dice Marmorek.
-¿Y qué sería hacer más de lo mismo?
-Sería volver a representar todas las mismas óperas italianas que se vienen representando todo el tiempo. Tenemos que hacer ópera alemana, argentina, barroca, del siglo XX, ir al interior. Y queremos talento argentino. Uno de nuestros propósitos es evitar que nuestros artistas se sigan yendo a trabajar al exterior porque acá no tienen dónde tocar, dónde cantar.
-La ópera, el arte en general -dice Oyhanarte-, es un refugio para la gente. Eso se ha visto el año último, en cómo respondió masivamente la gente a la convocatoria cultural a pesar de la crisis. A nosotros nos decían que estábamos locos, que cómo íbamos a lanzar un proyecto así en un año como éste. Pero yo creo que justamente éstos son los mejores momentos. Con la crisis uno agudiza el ingenio.
Agudizaron tanto que Buenos Aires Lírica salió al cruce de la crisis ya no con una sola ópera, sino con una temporada entera: cinco óperas en las que brilla talento del más joven y nacional.
-Nos hemos dado cuenta que una nación -dice Marmorek- no es culta porque es rica. Es rica porque es culta. Yo creo que la defensa de nuestra cultura hace a nuestra riqueza. Nosotros no queremos hacer ningún negocio ni competir con nadie, pero queremos contribuir a devolver algo de su brillo al arte lírico argentino. Y en eso estamos empeñados. Porque la ópera no es elitista. Es un entretenimiento para todos.
-Los talentos locales -asegura Oyhanarte- no tienen dónde cantar. Van a cantar a los casamientos y cumpleaños para ganarse unos pesos, y quedan frustrados en su desarrollo artístico. La ópera da trabajo a toda esa gente. Para seleccionar el coro de Madama... hicimos una audición a la que se presentaron 200 personas y elegimos cuarenta excelentes voces nacionales. En Madama... trabajan más de 150 argentinos a quienes se les paga lo mismo que en el Argentino de La Plata.
-Lo que va a estar arriba del escenario el 3 de abril -dice Marmorek- es lo mejor del arte lírico y la cultura argentina. Una acumulación de monstruos. Nosotros no estamos haciendo negocios ni compitiendo con nadie. Estamos decididos a hacer un esfuerzo para mantener en alto la creatividad, el arte, la cultura y la alegría argentinos.
Willy Landin, el régisseur de 38 años a cargo de Madama..., está probando por primera vez el sabor de ser profeta en tierra propia.
-Yo trabajo más que nada en Nápoles, Génova, Roma. Me había resignado a que era así. Me exilié voluntariamente, porque acá era imposible trabajar. Esto de Buenos Aires Lírica me da mucho placer, me parece maravilloso que haya dos locos lindos como Horacio y Frank, que en un momento como éste hayan tenido este gesto de darle para adelante y hacer una temporada completa de ópera privilegiando los talentos locales como Mariela Schemper, la Butterfly que debuta ahora. Yo no la conocía y no dudo que va a hacer un rol espectacular. Acá no hay gran actividad, fuera del Colón y del Argentino de La Plata. Por eso esto es casi histórico, porque va a ocupar a una gran cantidad de gente que estaba desaprovechada. Económicamente no me conviene trabajar en la Argentina, pero si hay trabajo acá, siempre lo priorizo. Es como poner el hombro. Es una forma sana de resistencia.
Para saber más: www.balirica.org.ar
e-mail: info@balirica.org.ar
Temporada 2003 .Buenos Aires Lírica ofrece la siguiente programación:
Madama Butterfly, de Giacomo Puccini, régie de Willy Landin (3, 5, 11 y 13 de abril).
L´Italiana in Algeri, de G. Rossini, régie de Horacio Pigozzi (26 y 28 de junio, y 4 y 6 de julio).
La clemenza di Tito, de W. A. .· Mozart, régie de Marcelo Lombardero (21, 23, 29 y 31 de agosto).
Orestes, de Betty Gambartes y Diego Vila (18, 21, 26 y 27 de septiembre).
Lucia di Lammermoor, de Gioacchino Donizetti, régie de Marcelo Perusso (23, 25 y 31 de octubre, y 2 de noviembre).
Las funciones se realizarán en el Teatro Avenida (Avenida de Mayo 1222).
Las entradas pueden adquirirse por el 4812- 6369. |