La italiana en Argel, Teatro Avenida, Buenos Aires Lírica
Por Eduardo Casullo
OPERAYRE. Sábado 28 de junio de 2003
La italiana en Argel, Drama jocoso en dos actos, Música de Gioachino Rossini, Libreto de Angelo Anelli. Producción: Buenos Aires Lírica, Función del 26 de junio. Dirección Musical Carlos Calleja, Regiesseur y escenógrafo: Horacio Pigozzi, Vestuario Mini Zuccheri, Iluminación Gonzalo Córdova, Isabella: Mariana Rewerski, Mustafá: Hernán Iturralde, Lindoro: Eduardo Ayas, Taddeo: Armando Noguera, Elvira: Eleonora Sancho, Zulma: Mónica Sardi, Haly: Nahuel Di Pierro, Coro Buenos Aires Lírica dirección Juan Casasbellas.
La obra estrenada el 22 de mayo de 1813 en el teatro San Benedetto es sin duda una de las mas memorables páginas de Rossini y demuestra gracias a la puesta en escena de Horacio Pigozzi una vigencia notable. La muerte prematura de muchas obras y la permanencia de trabajos como el que tuvimos oportunidad de ver este jueves 26 demuestran una vez más, que la calidad perdura por sobre todo. La italiana reune todo lo que se le puede pedir a una ópera del tipo "drama jocoso" y es a la vez, una muestra de "bel canto" llevado por momentos al extremo de la picardía jugada sobre las coloraturas. Un gusto sobre todo por la dirección a cargo de Carlos Calleja, quien impuso durante toda la obra momentos superlativos y la condujo con presencia, autoridad, sentido de los tiempos (cosa bastante dificil de encontrar ultimamente) y humor suficiente para destacar la gran variedad de matices. No es raro en él, porque viene demostrando una calidad permanente y un alto grado de conocimiento. Bravo.
Mariana Rewerski es una mezzo poseedora de grandes cualidades. La primera es la calidez de su voz, la ductilidad para imponer en ella carácter y matices, facilidad en la coloratura y un total dominio de la escena, a todo esto debe sumarse su bella e importante presencia lo que la hace presentar una Isabella como no veíamos desde hace tiempo. Brava.
Hernan Iturralde logra un Mustafá de alta calidad. Dueño de un registro parejo y una voz que corre plena, que tiene el color y la potencia para destacarse como uno de los grandes bajo-barítonos de la actualidad. Escenicamente le aporta lo justo, mostrando un Mustafá apropiado a la escencia del personaje sin necesidad de caer en ridiculeces a las que facilmente recurren quienes no tienen dominio de la escena. Bravo.
Eduardo Ayas, Armando Noguera, Elenora Sancho, Monica Sardi y Nahuel Di Pierro conformaron el resto del elenco que mantuvo también un alto nivel, nivel que no decayo en ningún momento y le aportaron los matices necesarios para que en la totalidad, la obra fuera un éxito sin lugar a dudas.
El coro se mostro parejo, afiatado, con voces muy selectas y bien seleccionadas, la preparación del maestro Casasbellas fue muy buena y el trabajo escénico estuvo acorde con el resto del elenco lo cual hizo olvidar algunos pequeños desfasajes con la orquesta que fueron rapidamente acomodados por las claras indicaciones del Maestro Calleja.
El diseño de iluminación no acompaño para nada el espiritu de la obra ni de las escenas, fue el punto debil, porque no solo fue muy pobre sino que opaco muchas escenas donde debería haber otro tipo de brillo. También contribuyó a deslucir en muchos momentos el fantástico vestuario de Mini Zuccheri que estaba perfectamente indentificado con la picardía y chispa de los personajes.
En definitiva, una noche en la que valió la pena estar presente y una versión imperdible.
Bravo
. |