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L'ITALIANA IN ALGERI

sinopsis

Acto primero

Estancia en el palacio del bey Mustafà, en Argel.

Elvira se lamenta por el abandono del bey, mientras Zulma y los custodios del harén tratan de consolarla. Decidido a deshacerse de ella, el poderoso señor le encarga a su capitán Haly que le consiga una nueva esposa: una italiana bella y vivaz, como esas que con admiración refieren los que han viajado por Italia. A continuación, Mustafà decide darle a Elvira por esposa al esclavo italiano Lindoro, su favorito, pero Haly le recuerda que las leyes del Islam lo prohíben. Entra el italiano, que lamenta su suerte y recuerda a una amada muchacha de su país. Es interrumpido por Mustafà, que le comunica que ha decidido darle una esposa. El esclavo trata en vano de disuadirlo.

Una playa en la costa de Argel.

Isabella, la enamorada de Lindoro, ha decidido rescatarlo y emprende la búsqueda en compañía de Taddeo, un molesto pretendiente. La nave que los condujo naufragó frente a las costas argelinas. Aparece Haly, quien en obedecimiento a las pretensiones de su señor, le anuncia a la italiana que se convertirá en la favorita del harén del bey Mustafà. Taddeo, que se hace pasar por el tío de la mujer, se muestra inquieto, pero ella, entusiasmada por la aventura, lo tranquiliza: al introducirse en el palacio, encontrará la forma de rescatar a Lindoro.

Sala en el palacio del bey.

Mustafà ya comenzó a concretar la forma de liberarse de Elvira. La joven se lamenta y entra Haly con el anuncio de que halló a la bella italiana. Mustafà se ilusiona, ordena a Elvira que abandone Argel y se dispone a recibir a la dama extranjera.

Isabella es conducida ante la presencia de Mustafá, quien queda admirado por su belleza. Isabella decide capitalizar las cosas a su favor y acepta ser su esposa. Mientras tanto, tendrá tiempo de dar con Lindoro.

Acto segundo

Estancia en el palacio del bey.

Elvira, Zulma, Haly y los eunucos custodios del harén comentan la figura ridícula que hace Mustafà como conquistador, y destacan la astucia de Isabella, que hace con él lo que le place. El bey le anuncia a su italiana que la espera para beber café, mientras Lindoro se entera de que el propósito de su amada es rescatarlo y volver a Italia. Mustafà, en agradecimiento a su nueva mujer, nombra “kaimakan” a Taddeo. Se trata de un importante cargo y la ceremonia de nombramiento se convierte en una situación cómica.

Otra estancia en el palacio.

Isabella, vestida “a la turca”, seduce a Mustafà y hace participar del plan a Elvira, para ayudarla a recuperar el amor de su marido. Deslumbrado, el bey hace todo lo que dice la italiana. Además, Isabella finge amar a Taddeo, para asegurar su plan. Haly hace un elogio de las mujeres de Italia.

Una sala pequeña del palacio. Continuando con el plan de burlar a  Mustafà, Lindoro y Taddeo le comunican que Isabella ha decidido otorgarle la distinción de “pappataci” (1): un marido que entre caricias debe limitarse a dormir, comer, beber y callar. Altamente complacido, Mustafà acepta el designio de Isabella.

Una prisión.

Isabella está por liberar a los marineros italianos que sobrevivieron al naufragio del barco. Exalta los sentimientos patrios, de honor y de deber.

Frente al mar. Mustafà se prepara para recibir el título de “pappataci”, que Isabella le otorga secundada por Taddeo y Lindoro. Todos los guardias y sirvientes se emborrachan y los italianos pueden huir. Taddeo y Mustafà se dan cuenta de la burla de Isabella: el primero renuncia a su amor, y el segundo trata de detenerlos en vano. Vuelve a unirse a Elvira y sentencia que no volverá a admitir italianos en su reino.

(1) Palabra intraducible, surge de la combinación de los verbos pappare (comer descontroladamente) y tacere (callar).

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